Van a pasar las Navidades y yo sin hacer una publicación… Primero que todo,
¡Feliz Navidad!
Mi deseo es generalizado tanto para los gustan de estas fiestas como para los que no. Pueden ser momentos complicados y dolorosos pero también puede ser un buen momento para recuperar la espiritualidad original de la celebración.
En lo que se refiere a los enfermos afectados por patologías neurocognitivas y sus cuidadores, cambios en rutinas y horarios, sobreestimulación ambiental, visitas “complicadas” de familiares, menús hipercalóricos… pueden desestabilizar una situación que gracias a las rutinas estaba, más o menos, controlada. Comunicar a allegados del estado del cuidador/a y de la persona cuidada ayudará a gestionar la situación y días que, a priori, se presentaban difíciles pueden convertirse en agradables y divertidos. El contacto intergeneracional de abuelos y nietos también puede ser beneficioso para unos y otros.
Aprovechar la llegada de los Reyes Magos para añadir a la carta prácticos dispositivos como relojes y llaveros con gps, tablets, cuadernos de estimulación cognitiva o juegos de sobremesa para el afectado y sesiones de masaje o actividades culturales para el cuidador/a puede ser interesante.
En definitiva, fechas que llegan pero que también pasan para alegría de unos y pena de otros jeje
Y no me olvido, eh…
¡MIS MEJORES DESEOS PARA EL 2024!